Los refranes más conocidos

Quien mucho abarca, poco aprieta: Quien emprende muchas cosas a un tiempo, generalmente no desempeña ninguna bien.

En casa de herrero, cuchillo de palo: A veces falta una cosa en el lugar donde nunca debiera hacer falta.


A mal tiempo, buena cara: Hay que saber sobrellevar los problemas de la vida.

A pan duro, diente agudo: Para superar las dificultades, es necesario esforzarse.

Cuando hay hambre, no hay pan duro: La necesidad obliga a valorar las cosas mínimas.

A falta de pan, buenas son tortas: Cuando falta de algo, se valora lo que puede reemplazarlo.

Unos nacen con estrella y otros nacen estrellados: Es diverso el destino de los hombres.

Por la boca muere el pez: Es inconveniente hablar más de lo necesario.

A palabras necias, oídos sordos: No hay que hacer caso del que habla sin razón.

Nadie diga: de esta agua no he de beber: Ninguno está libre de que le suceda lo que a otro.


No se debe escupir al cielo: No se debe ofender a Dios, ni desear a otros cosas nefastas. 

Más ven cuatro ojos que dos. (o Cuatro ojos ven más que dos): Las cosas consultadas y revisadas entre varios, salen mejor.

Ojos que no ven, corazón que no siente: No se sufre por lo que no se sabe.
 
El ojo del amo engorda el ganado: Conviene que cada uno cuide y vigile su empresa o comercio.

Quien tiene tienda, que la atienda (y si no que la venda): Cada uno debe vigilar bien sus negocios.

Perro que ladra, no muerde: Los que hablan mucho, suelen hacer poco.
 
A cada chancho (puerco) le llega su San Martín: No hay persona a quien no le llegue la hora de rendir sus cuentas.

A quien madruga, Dios lo ayuda: Muchas veces, el éxito depende de la rapidez.

Al perro flaco no le faltan pulgas: Al abatido y caído se le juntan todos los males.

A buen entendedor, pocas palabras bastan: La persona inteligente, comprende rápido lo que se quiere decir.
 
A su tiempo maduran las brevas: Hay que tener paciencia para lograr algo.

Genio y figura hasta la sepultura: No es fácil cambiar el carácter.

En todas partes se cuecen habas: Las flaquezas humanas no son exclusivas de ningún lugar.

Quien siembra vientos, recoge tempestades: Los malos ejemplos e ideas, tienen funestas consecuencias.
 
A caballo regalado no se le miran los dientes: Si algo no cuesta, no se tienen pretensiones.

Matar dos pájaros de un tiro: Resolver dos problemas con una misma acción

Más vale pájaro en mano, que cien volando: Se aplica a falsas promesas y proyectos irrealizables, que llevan a olvidar lo simple pero seguro.
 
Donde menos se piensa, salta la liebre: A veces, cuando menos se espera, ocurren las cosas. Mucho ruido y pocas nueces: Se aplica a quien habla mucho y obra poco

Haz bien sin mirar a quien: El bien hay que hacerlo desinteresadamente.

Hombre prevenido vale por dos: Lleva gran ventaja la persona que toma recaudos.

Más vale maña que fuerza: Se obtienen mayores logros con la habilidad, destreza y tranquilidad, que con la fuerza y la violencia.
 
Más vale poco que nada: No hay que despreciar las cosas aunque sean pequeñas

La caridad bien entendida empieza por casa: Lo natural es pensar en las necesidades propias antes que en las ajenas.

Quien mal anda, mal acaba: Quien vive desordenadamente, generalmente termina en un mal final.

En boca cerrada no entran moscas: Es a veces muy útil callar.