Me llegan las cartas
y no sé leer
y, aunque me las trago,
no mancho el papel.
(El buzón)
Zapatos de goma,
ojos de cristal,
con una manguera
lo alimentarás,
dentro del garaje
lo sueles guardar.
(El coche)
Vivo entre dos muros
que no pueden verse
y aunque no me doblo
me dobla la gente.
(La esquina)
Alta y delgada,
cabeza brillante,
ilumina de noche
a los caminantes.
(La farola)
Por caminitos de hierro,
el gusano de metal,
en su barriga transporta
la gente por la ciudad,
llevándola por un túnel
en completa oscuridad.
(El "metro")
Con sólo tres colores
ordeno a cada uno.
Si todos me respetan
no habrá accidente alguno.
(El semáforo)